MindsEye es la nueva apuesta de Build a Rocket Boy que redefine cómo experimentamos el futuro en un videojuego. Con una narrativa profunda, tecnología cercana a nuestra realidad y un mundo que refleja el choque entre el gobierno y las grandes corporaciones, MindsEye propone un viaje inmersivo que no solo entretiene, sino que nos hace reflexionar sobre el rumbo de la humanidad. En Mexgamer.com, donde informamos sobre lo más reciente en el mundo del anime y los videojuegos, te contamos por qué este título no solo es un juego, sino una experiencia visionaria.

El futuro como reflejo del presente

MindsEye plantea un futuro que ya está sucediendo a nuestro alrededor

Durante décadas, la humanidad ha soñado con coches voladores, ciudades inteligentes y asistentes robóticos. MindsEye, el nuevo juego desarrollado por Build a Rocket Boy, no solo abraza esta visión, sino que la transforma en una experiencia tangible. Lejos de ser una fantasía distante, este juego expone cómo muchas de esas tecnologías futuristas ya son parte de nuestra vida diaria.

A diferencia de títulos como Grand Theft Auto, Red Dead Redemption o L.A. Noire —todos dirigidos en su momento por Leslie Benzies, actual mente maestra detrás de MindsEye—, este juego no satiriza ni recuerda el pasado, sino que se sumerge en el ahora, elevando una premisa inquietante: el futuro ya llegó, y quizás no estamos preparados para él.

Tecnología, control y libertad en Redrock City

El escenario futurista revela la lucha de poder entre la tecnología y el gobierno

Redrock City, una metrópoli rodeada por un vasto desierto, es mucho más que un entorno visualmente impactante. Es una metáfora del mundo actual: por un lado, una urbe dominada por el control tecnológico; por el otro, espacios salvajes que representan la libertad pura. En esta ciudad, los ciudadanos son observados por drones, sus datos recolectados por algoritmos y sus tareas sustituidas por robots.

Jacob Díaz, el protagonista, es un exsoldado con un implante neural que le permite manipular un dron, pero que también lo ha dejado sin memoria. Su búsqueda de respuestas lo coloca en medio del conflicto entre Marco Silva, un magnate tecnológico con intenciones de rediseñar la humanidad, y Shiva Vega, una política que bajo la excusa de la seguridad busca poder absoluto.

La constante vigilancia, la automatización laboral y el uso de IA en todos los aspectos cotidianos no son una exageración futurista. Son una extrapolación lógica de lo que ya vivimos hoy, con empresas que controlan la información y gobiernos que la regulan bajo intereses propios.

Robots, enemigos y aliados en una guerra sin fronteras

Los autómatas son el núcleo de la tensión narrativa y jugable

Los robots en MindsEye no son simples decoraciones del paisaje. Son protagonistas del conflicto entre el gobierno y las corporaciones, y representan tanto amenazas como herramientas estratégicas. Estos androides están diseñados con un nivel de detalle impresionante: cada disparo puede destruir partes específicas de sus cuerpos, y su comportamiento en combate es altamente táctico.

Más allá de su función jugable, los robots son también una crítica al desplazamiento laboral y al uso de inteligencia artificial como mecanismo de poder. Mientras las élites disputan el control de sus sistemas internos, los ciudadanos quedan atrapados en medio de una guerra por el dominio total de la ciudad.

Este diseño no solo añade complejidad a las mecánicas del juego, sino que contribuye a una narrativa donde la tecnología no es ni heroica ni demoníaca. Es simplemente omnipresente, y la manera en que interactuamos con ella define nuestra experiencia.

Humanos imperfectos en un sistema deshumanizado

Los personajes secundarios aportan humanidad en un entorno dominado por la tecnología

Uno de los mayores logros de MindsEye es cómo logra equilibrar su visión tecnológica con una profunda exploración del carácter humano. Jacob Díaz no es un héroe idealizado. Es una figura quebrada, llena de dudas y con un pasado oscuro. Su historia se complementa con personajes como Seb, un ingenuo empleado de Silva Corp; Charlie, una amiga vulnerable pero decidida; y Burt, un exmilitar tan peligroso como carismático.

Cada uno de ellos tiene motivaciones reales, errores visibles y emociones complejas. A través de ellos, el juego nos recuerda que, incluso en un mundo dominado por la IA y los implantes neuronales, la humanidad persiste, con todas sus imperfecciones y contradicciones.

Esta narrativa no intenta ofrecer respuestas cerradas. En lugar de eso, propone preguntas: ¿quién controla realmente nuestras decisiones? ¿Hasta qué punto somos libres en un sistema que todo lo observa? ¿Puede la tecnología coexistir con la creatividad humana?

Una experiencia expandible y modular que mira al futuro

MindsEye no es solo un juego; es una plataforma en constante evolución

Build a Rocket Boy ha apostado por un modelo innovador que combina narrativa lineal con expansión comunitaria. MindsEye será lanzado junto a dos experiencias paralelas: Play.MindsEye, donde se publicará contenido adicional desarrollado por el estudio, y Build.MindsEye, una plataforma para que los jugadores creen sus propias historias dentro del universo de Redrock.

Este enfoque convierte al juego en algo más que una campaña aislada. Se transforma en un universo vivo, dinámico y con infinitas posibilidades. Según sus creadores, Redrock City funcionará como un set cinematográfico donde se desarrollarán múltiples historias, a lo largo de diferentes líneas temporales y dimensiones narrativas.

Es un planteamiento ambicioso que recuerda a sagas como Cyberpunk o Mass Effect, pero que apuesta por una interacción constante entre jugadores y desarrolladores. MindsEye busca no solo contar una historia, sino abrir un espacio donde miles de historias puedan nacer.\

MindsEye llega este 10 de junio como un título que redefine lo que significa imaginar el futuro en un videojuego. Con una narrativa rica, una ambientación aterradoramente familiar y una jugabilidad que mezcla estrategia y acción, este juego marca un antes y un después en la industria. En Mexgamer.com, seguiremos informando sobre cómo evoluciona este fascinante proyecto que, más que un juego, se siente como una advertencia: el futuro ya está aquí.