El regreso del universo de Kojima deslumbra con sus gráficos y narrativa, aunque no arriesga demasiado.
Death Stranding 2: On the Beach llegó este 2025 para demostrar por qué Hideo Kojima sigue siendo uno de los creativos más influyentes de la industria. El juego no solo superó a su antecesor en calidad técnica, sino que recibió una calificación promedio de 90 en Metacritic, posicionándolo de inmediato como uno de los principales contendientes al codiciado premio Juego del Año (GOTY).
A nivel visual, Death Stranding 2 prácticamente redefine el fotorrealismo: los paisajes desolados, los personajes cargados de expresividad y los efectos climáticos logran una inmersión sin igual. Además, su historia vuelve a apostar por una narrativa densa, emotiva y cargada de simbolismos existenciales que dejan huella.
Sin embargo, aunque la secuela trae mejoras sustanciales en controles, nuevas amenazas ambientales y más opciones de desplazamiento, no deja de sentirse como una evolución lógica del primer juego, más que una revolución. Para muchos, Death Stranding 2 perfecciona la fórmula original sin aventurarse demasiado fuera de lo conocido, lo que podría jugarle en contra cuando compita frente a propuestas más arriesgadas.
Un RPG por turnos que se atrevió a romper moldes en pleno 2025, ganándose el respeto de críticos y jugadores.
Mientras Death Stranding 2 consolida lo que ya había funcionado, Clair Obscur: Expedition 33 se atrevió a hacer lo contrario. Este juego del estudio indie Sandfall Interactive irrumpió con fuerza apostando por un género que muchos consideran pasado de moda: el RPG por turnos.
Contra todo pronóstico, Expedition 33 no solo revitalizó el combate estratégico al fusionar mecánicas en tiempo real que mantienen la tensión constante, sino que logró enamorar con su apartado artístico, su banda sonora y su mundo tan original como inquietante. Su narrativa, cargada de simbolismo y metáforas visuales, se ha comparado incluso con lo que alguna vez hizo NieR: Automata.
El resultado ha sido un puntaje que incluso supera ligeramente al de Death Stranding 2 en algunos medios especializados, lo que enciende las alarmas de quienes apostaban por un triunfo casi asegurado para el juego de Kojima Productions.
En una industria saturada de secuelas y remakes, las nuevas IPs que arriesgan suelen ser las más aplaudidas.
Una de las grandes preguntas que surgen es: ¿por qué Clair Obscur tiene tantas posibilidades de quedarse con el GOTY frente a un peso pesado como Death Stranding 2? La respuesta podría estar en el factor innovación, algo que la prensa y los jurados de premios están valorando cada vez más.
Death Stranding 2 es, sin duda, una obra maestra técnica y un tour de force narrativo. Pero en esencia, ofrece el mismo tipo de experiencia que el primer Death Stranding: un viaje solitario por paisajes desolados, gestionando el equilibrio de la carga y explorando temas sobre la conexión humana. Es un refinamiento excepcional, pero no un salto conceptual.
Por otro lado, Clair Obscur no solo se atrevió a resucitar un género algo relegado, sino que lo hizo con mecánicas híbridas que dinamizan el combate y con un enfoque artístico y narrativo totalmente fresco. Si bien su condición de indie le añade cierta aura de “underdog” que gusta en la crítica, la realidad es que ha sido el juego que más riesgos creativos asumió este año, algo que podría inclinar la balanza a su favor.
Aunque pierda el GOTY, Death Stranding 2 seguirá siendo un hito que pocos podrán igualar en los próximos años.
Es importante aclarar que Death Stranding 2 sigue siendo un juego excepcional, capaz de competir en lo más alto de la industria sin problemas. No ganar el GOTY no le restará méritos; al contrario, confirmará que estamos en un año donde el nivel de la competencia es altísimo.
Sus nuevas dinámicas de riesgo ambiental, los vehículos adaptables a terrenos extremos y el peso dramático de su trama son puntos fuertes que seguirán atrayendo a jugadores y generando debates sobre su significado. Además, el carisma de personajes como Sam Bridges y Fragile, sumado a la calidad cinematográfica del proyecto, aseguran que tendrá un legado duradero.
En Mexgamer.com, aunque nos especializamos principalmente en noticias del anime, siempre nos gusta seguir de cerca estas contiendas de Juego del Año porque reflejan cómo evoluciona la narrativa y la creatividad en el medio interactivo, algo que también fascina a los fans del anime por su afinidad con mundos fantásticos y emociones profundas.
La carrera por el Juego del Año no está definida: el riesgo creativo podría pesar más que la perfección técnica.
Al final del día, el duelo entre Death Stranding 2 y Clair Obscur: Expedition 33 podría pasar a la historia como una de las competencias más intrigantes por el GOTY. No se trata solo de quién tiene el mejor puntaje en Metacritic o quién vendió más copias; pesa también quién marcó un hito, quién inspiró, quién propuso algo diferente.
Así que, aunque Death Stranding 2 “juegue sobre seguro” y Clair Obscur se lance al vacío con ideas que podrían haber fracasado, ese salto al vacío bien podría ser lo que corone al indie como el gran ganador del año. Mientras tanto, los jugadores tenemos la suerte de vivir un 2025 cargado de obras maestras, donde no hay un único camino correcto para llegar a la excelencia.
Sea quien sea el ganador final, algo está claro: los que aman perderse en historias profundas y universos complejos —como muchos de los lectores de Mexgamer.com— están viviendo una de las mejores épocas para disfrutar del videojuego como forma de arte. ¡Y eso es motivo suficiente para celebrar, gane quien gane!